“La inminente explosión social en Chile”

Columna de Opinión

La pérdida de legitimidad de las instituciones y de partidos políticos por parte de las pobladoras y pobladores de Chile fue el inicio de una crisis mundial en las democracias liberales, quienes, de manera enérgica, se organizan para expresar este malestar y sensación de abandono cronificado en el tiempo.

Estallido Social en Chile

Nadie puede decir que esta crisis no podía ser prevista, porque hubo claras señales de agotamiento emocional por parte de las y los ciudadanos, que a su vez se materializa en diversos informes y recomendaciones de organismos internacionales, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) [1]y diversos analistas, pero como se hizo caso omiso a las advertencias, se da inicio a un nuevo ciclo político de Chile que ingresa de manera disruptiva el 18 de octubre de 2019.

El estado, respondiendo de manera errada ante las demandas de la sociedad, pone en riesgo la democracia y sus instituciones tras las múltiples vulneraciones a los derechos humanos, amenazando la integridad de miles de personas y generando una inestabilidad en nuestro régimen democrático, toda vez que 19 de octubre deciden declarar Estado de Emergencia, facultando a las fuerzas armadas a cumplir labores de orden público, para posteriormente el día 20 de octubre el ex presidente declare que “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”.

El pueblo claramente había emplazado al sistema político por la indignación ante las demandas sociales que fueron desatendidas. Ante todas las exigencias solicitadas siempre existía un mismo denominador, donde solo se exigía “dignidad”, mientras, desde el poder se nos imputaba como personas violentas, asociándonos a la delincuencia y con baja capacidad de poder gestionar propuestas dentro de la política, lo gracioso de ello es que el pasar del tiempo nos va dando la razón y, quienes nos negaban los cambios y el progreso para la ciudadanía, actualmente están viviendo procesos judiciales por casos de corrupción, sobresueldos o tráfico de influencias.

Una salida política y democrática ante la crisis enfrentada nace el “Acuerdo por la paz y la nueva constitución” (que por cierto no trajo paz ni nueva constitución ya que fue un acuerdo a puertas cerradas entre partidos de gobierno (oficialismo) y oposición, pero lo que nunca entendieron es que el origen del estallido es una crítica que iba en contra de ambos (partidos políticos de izquierda y de derecha), en donde solo se buscaba imparcialidad y soluciones concretas a los problemas diarios de todas y todos). Así, atravesamos un nuevo periodo de “ensayos constitucionales” y que a cinco años después y con dos procesos constituyentes fracasados, la demanda por una nueva constitución y transformaciones sociales se ve oculta en lo más profundo de nuestro fuero interno.

Actualmente, en un país en donde un porcentaje importante del pueblo respaldó un proyecto progresista, mientras otros, los fundamentalistas, hicieron hasta lo imposible para mantener la situación y vigencia de la Constitución del Dictador, nos vemos en una posición incómoda. Sin duda la articulación de las organizaciones sociales ha sido notoriamente de carácter institucional gracias al primer proceso constituyente, en donde por primera vez se realiza una efectiva participación ciudadana y obligó a los movimientos sociales a buscar alianzas y pisos mínimos para hacer valer sus demandas, además, se puede participar de manera mas activa en mesas de trabajo con el gobierno y generar mayor incidencia legislativa.

A su vez, el sector fundamentalista se sintió con más poder y energía tras los procesos constituyentes, pero es importante contrarrestar ese sentimiento con las noticias de actualidad, en donde los casos de corrupción en la política están mas presentes que nunca, afectando a policías, fuerzas armadas, poder judicial, iglesias, entre tantas otras aristas que aún no conocemos. Estos elementos generan una notoria pérdida de confianza en el Congreso y en los partidos políticos, tal como se muestra en el Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC), donde no supera el 5%[2].

Actualmente la crisis política sigue mas vigente que nunca, se aproximan nuevas elecciones el 26 y 27 de octubre en donde el voto es obligatorio y será una gran sorpresa ver la tendencia del sufragio de aquellas personas que no acostumbran a ejercer este derecho. Como el escenario institucional vive actualmente una crisis en su legitimidad y hay una ruptura del vínculo entre representantes y representados, solo es dable prever un escenario desfavorable, en donde el enojo y la rabia seguirán en aumento, debido a que la democracia en nuestro país ha perdido fuerza debido a la desvalorización de la política y la escasa posibilidad de participación de la comunidad de manera independiente. Esto se demuestra en la persona que vota de manera obligatoria y con un “voto castigador”, generalmente nulo o blanco. 

Entonces, ante la pregunta ¿en qué está ahora el estallido? Yo respondería que se encuentra latente, reorganizándose de manera mas estratégica y que se encuentra en constante transformación, adaptándose al nuevo contexto social. Como señalé, el tiempo le dará la razón a la primera propuesta constitucional, por el momento, solo queda convivir con el dolor de las pérdidas humanas y de la ilusión de un país mas justo, pero para alcanzarlo es importante lograr grandes acuerdos nacionales y una transformación real de las demandas mas sensibles de la comunidad. Mientras la actual constitución siga deslegitimada aún habrá porqué luchar, todo ello a base de dialogo y educación cívica de carácter autogestionado.

Lo positivo de que haya ocurrido este hecho histórico es que las agendas del gobierno cambiaron su foco en intentar dar soluciones a las demandas realizadas en las propuestas, así también, a nivel internacional hubo mucho interés por ONU Mujeres, en donde se presentó la propuesta en la NGO CSW67 y que posteriormente en Francia se establece como norma constitucional de interrupción voluntaria del embarazo, así también en nuestra legislación, se realizaron innovaciones jurídicas que se fortalecieron con las propuestas de normas constitucionales incorporadas en la primera propuesta constitucional, tales como la ley que crea el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados o la ley que estatuye medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en razón de su género, entre otras. El progresismo ya se instauró en muchos corazones de este país y solo es cuestión de tiempo a que de frutos la reorganización.

Ingrid Villena Narbona

Ex Constituyente por el Distrito 13

El Bosque, La Cisterna, San Miguel, San Ramón, Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo.

 

Bibliografía:

Situación social y política en Chile posterior al estallido social del 18 de octubre de 2019 Serie Minutas Nº 05-20, 14/01/2020, Biblioteca del Congreso Nacional, consultado el 14/10/2024 [en línea]. https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/28521/1/N_05_20_La_situacion_social_y_politica_en_Chile.pdf

Nuevo informe del Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC), [en línea] https://coes.cl/2023/03/27/nuevoinforme-del-estudio-longitudinal-social-de-chile-elsoc-revela-la-desafeccion-hacia-el-sistema-politico-de-votantes-chilenos/

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Auditoría a la Democracia. Más y mejor democracia para un Chile inclusivo, [en línea], https://www.estudiospnud.cl/informes-desarrollo/informe-sobre-desarrollo-humano-en-chile-2014-auditoria-a-la-democracia/


 

[1] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Auditoría a la Democracia. Más y mejor democracia para un Chile inclusivo, [en línea], https://www.estudiospnud.cl/informes-desarrollo/informe-sobre-desarrollo-humano-en-chile-2014-auditoria-a-la-democracia/

[2]Nuevo informe del Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC), [en línea] https://coes.cl/2023/03/27/nuevoinforme-del-estudio-longitudinal-social-de-chile-elsoc-revela-la-desafeccion-hacia-el-sistema-politico-de-votantes-chilenos/