Presentación
Martes 1 de noviembre a las 18:00 hrs | Conversatorio
Centro Cultural Estación Mapocho, Sala Nemesio Antunez
Introducción Fundación Heinrich Böll
El presente libro, una publicación conjunta del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (ICSO) de la Universidad Diego Portales y de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, a la vez el segundo titulo en “Ediciones Böll Cono Sur”, recoge las reflexiones y contribuciones a una serie de talleres y debates públicos que analizaron la relación entre Constitución, régimen político y ciudadanía, resultado de una fructífera cooperación de ambas instituciones.
Sería oportuno explicar, con una mirada a la experiencia alemana y en unas pocas palabras, la motivación de la “Fundación política verde”, con sede en Santiago desde hace poco más de un año, de auspiciar y participar en este proyecto de talleres, seminario y publicación en vísperas del Bicentenario.
Como Fundación política cercana al Partido Verde alemán, nuestra misión específica es incentivar la promoción y el debate de ideas democráticas, la participación ciudadana y el diálogo internacional. Nuestro trabajo se centra en fomentar los valores políticos de la ecología, la igualdad de género, la igualdad de oportunidades, la no violencia y la democracia – por todo esto la Fundación Böll se entiende especialmente como una institución que quiere y debe aportar al fortalecimiento de la democracia.
Es en ese contexto que desde su apertura la Fundación ha venido trabajando en Alemania pero también en muchos otros países la relación entre regímenes políticos democráticos, prácticas de participación ciudadana y el fortalecimiento de la democracia – comenzando en el propio país, Alemania, cuando en 1990 apoyó y participó activamente en una gran iniciativa ciudadana por una Constituyente a partir del momento histórico de la reunificación.
Lo que motivó esta iniciativa no fue, en este caso particular, una crítica fundamental a la obsolescencia de la Constitución alemana del 1949. Hasta ese momento, ésta había resultado, sin lugar a dudas, la más exitosa de la historia alemana en lo que se refiere a la creación de un estado democrático estable y una ciudadanía democrática, con un fuerte sistema de “check and balances” de los distintos poderes basado, muy resumido, en un reforzado federalismo, un parlamento con amplias facultades y un poder judicial absolutamente independiente.
Más allá de algunas críticas a la falta de elementos más participativos como consultas ciudadanas, esta iniciativa por una Constituyente y una nueva Constitución surgió sobre todo a partir de la convicción de que en un momento histórico de refundación o fundación - que exigía una revisión parcial de algunos artículos de la Constitución vigente por razones formales- tenía que establecerse una participación ciudadana activa en la definición del marco regulatorio fundamental para el modelo de sociedad al que el conjunto de los ciudadanos aspirarían.
Sí bien esta iniciativa no consiguió su objetivo final por falta de una mayoría política en el parlamento y la segunda cámara, sí tuvo un éxito rotundo en lo que a participación ciudadana se refiere: La comisión ejecutiva creada por la iniciativa y compuesta por diputados, académicos y ciudadanos de todos los espectros políticos y sociales, recibió en el proceso de elaboración de su propuesta más de 100.000 enmiendas y proyectos escritos para artículos o temas a tratar en la nueva Constitución. En la presente publicación, el artículo de la Doctora Birgit Laubach, Directora ejecutiva de la Fundación y abogada que participó en la comisión ejecutiva, analiza más detenidamente esa experiencia particular.
Desde que se instaló la sede regional de la Fundación Heinrich Böll en Santiago pudimos observar cómo fue recobrando fuerza el debate en torno a una reforma o un nuevo marco constitucional en Chile también en una parte importante del espectro político, más allá de las orientaciones partidarias de los distintos actores; debate no sólo alimentado en los últimos meses por la cercanía de las elecciones, sino también por el reconocimiento a una creciente demanda ciudadana por enfrentar algunas cuestiones fundamentales como representatividad política en general o el sistema binominal más concretamente, para nombrar algunos temas solamente.
Visto desde fuera, esto podría ser también el resultado de un proceso – si bien no fácil, pero si contínuo- de modernización de la sociedad y ciudadanía chilena, cuya realidad ya avanzó más allá del marco que dispuso la constitución de los ochenta en ese contexto histórico particular.
Por eso, quizás el Bicentenario represente un momento clave para una reflexión entre ciudadanía y actores políticos sobre las “necesidades constitucionales” frente a viejos y nuevos retos: Especialmente las dos profundas crisis globales, la del cambio climático con sus consecuencias ya visibles y previsibles y las todavía no previsibles, tanto como la crisis económica dentro del marco de la primera, exigirán a todas las sociedades democráticas reflexionar y debatir en qué forma, en qué marco y con qué instrumentos definir y garantizar derechos fundamentales de sus ciudadanos.
Esperamos, con nuestro apoyo al ciclo y a esta publicación, haber podido contribuir a este proceso de reflexión.
Sobre todo, agradecemos al Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (ICSO) de la Universidad Diego Portales, y muy especialmente a su director, Claudio Fuentes, el trabajo realizado, la buena cooperación, y además -no es asunto menor- la afinidad de ideas y visiones.