Tras la reunión intersesional previa a la COP25 realizada en Bonn, se acorta cada vez más el camino de Chile para ser líder de la conferencia climática más importante a nivel mundial. Sin embargo, los consensos necesarios para una negociación efectiva en diciembre parecen todavía no llegar.
Entre los días 17 y 27 de junio, cerca de tres mil personas, representantes de 197 países, llegaron hasta Bonn, Alemania, para celebrar una nueva reunión intersesional de cara a lo que será la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Durante casi dos semanas, los países integrantes de la Convención discutieron los temas negociados poniendo énfasis en la entrada en vigencia del Acuerdo de París, cuyo reglamento debería comenzar a regir en 2020, siendo la COP25 de Santiago la última oportunidad para su revisión.
Sin embargo, aunque las reuniones intersesionales acostumbran a tener un carácter más técnico, esta no dejó de ser un escenario político con diferencias entre los estados presentes, dificultando el consenso, por ejemplo, en aspectos como la validación del Reporte Especial del 1,5º del IPCC y el Artículo 6 del Acuerdo de París sobre mercados de carbono, siendo este último el único punto por cerrar dentro del Libro de Reglas.
Todos los detalles de las negociaciones y lo ocurrido en Bonn se encuentran resumidos en un reporte especial elaborado por Javiera Valencia, geógrafa e investigadora asociada de Fundación Terram, donde rescata los aspectos más relevantes de la última reunión intersesional y se detalla el escenario con el que se enfrentará Chile como anfitrión de la COP25.
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