Al respecto, señaló que el gobierno manifestó que se debe buscar una forma de transar las prioridades determinadas por un programa de gobierno con las acciones que enarbolan las distintas organizaciones.
El miércoles 15 de noviembre se desarrolló el conversatorio «Conexiones para las acciones: Desafíos para los feminismos en un Chile en ebullición» organizado por la Fundación Heinrich Böll Santiago de Chile y el cual fue un espacio de diálogo abierto en que participaron distintas organizaciones feministas, integrantes de la academia, de partidos de izquierdas y activistas.
Moderado por la abogada de derechos humanos, Karinna Fernández, la actividad contó con un panel conformado por la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana y la trabajadora social y activista Marcha Mundial de las Mujeres Chile, Angie Mendoza.
El debate se asentó en medio de un escenario político y social desafiante en el que las nuevas corrientes y posturas van ganando protagonismo por lo que los feminismos buscan superar obstáculos y avanzar hacia la igualdad de género, justicia social y democracia.
La conversación primero tocó el tema de la «gobernanza feminista», donde la titular de la Mujer, Antonia Orellana, señaló que la articulación desde la posición que se ocupa en el Estado requiere de «una confianza que se debe ir construyendo y reconstruyendo siempre en entender que las organizaciones no siempre pueden entender los dilemas que involucra la administración pública ni la administración pública tiene que comprender los dilemas políticos que enfrentan las organizaciones».
«En ese sentido creo que es importante construir esos espacios y asumir que el consenso no siempre es unanimidad, que la unidad política en torno a un objetivo no significa uniformidad ni complacencia en ninguno de los dos sentidos», agregó.
Y finalizó precisando que actualmente los feminismos se han visto enfrentados a «las consecuencias de debates no cerrados por mucho tiempo, pero también de cuestiones que fueron largamente advertido mucho antes de los quiebres de los años 1990».
Respecto a los desafíos y estrategias desde el gobierno manifestó que se debe buscar una forma de transar las prioridades determinadas por un programa de gobierno con las acciones que enarbolan las distintas organizaciones.
«O sino cuál es el camino para no impedir que medren las distintas acciones, creo que ese es el debate de estrategia bajo las condiciones actuales, bajo la carga de la mochila de una derrota aplastante (el proceso constitucional del 2021) y bajo condiciones hostiles a nivel global para el movimiento feminista», concluyó Orellana.
Artículo original publicado en El Desconcierto
Revisa el conversatorio organizado por la Fundación Heinrich Böll Santiago de Chile a continuación:a