Tema: Democracia y Derechos Humanos Publicado: 21 Abril 2014 Desde hace ya más de dos décadas, los países del Cono Sur gozan de una estabilidad notable en prácticas democráticas básicas como elecciones presidenciales y parlamentarias periódicas, cambios regulares de los gobiernos de turno y una libertad de prensa formal. Sin embargo, y sin obviar particularidades regionales y nacionales, en el día a día la calidad de las democracias es percibida por sus ciudadanías como deficiente: un fuerte presidencialismo que reduce el rol de los parlamentos, el funcionamiento a veces insatisfactorio de los poderes judiciales y de las fuerzas de seguridad, la reducida posibilidad de participación ciudadana en procesos de decisión política, la escasa o desigual oferta de sistemas de salud pública y educativos accesibles y de políticas públicas de contención social. Además, los mercados y sistemas mediáticos altamente concentrados no reflejan el pluralismo político y cultural de las sociedades, así como también se expresa la insatisfactoria equidad de género en altos niveles de violencia hacia mujeres y una baja representación de las mujeres en puestos directivos en los ámbitos político y económico. Uno de los mayores desafíos para los sistemas democráticos en época de cambio climático y crisis global lo constituye la persistente marginalización de amplios –y a veces mayoritarios– sectores de la ciudadanía, de los pueblos originarios y de sectores de bajos recursos, que conlleva también una exclusión del sistema democrático y significa una limitación de facto en el ejercicio de sus derechos. Estas limitaciones son percibidas con progresiva inquietud y son objeto de crecientes demandas políticas de múltiples movimientos ciudadanos y sociales que nacieron en todos los países del Cono Sur en los últimos años.
Transición Socioecológica Publicado: 21 Abril 2014 Los paises del Cono Sur basan sus economías y su desarrollo sobre todo en actividades relacionadas directa- o indirectamente a la exportacion másiva de bienes naturales, primordialmente en los sectores de minería y agricultura. La profundización de esta estructura económica ha sido una causante principal del proceso de deterioro y destrucción ambiental, y a su vez, es fuente de conflictos e inequidades sociales, económicas y políticas que se generan en los territorios. La región enfrenta desafíos globales comunes como la creciente demanda energética, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la expansión de los emprendimientos a gran escala y la profunda desigualdad. Por eso apoyamos procesos políticos y sociales de construcción de estrategias inovadoras que impulsen el debate sobre sustentabilidad en toda la región y, a la vez, establezcan una base común para el proceso de búsqueda y construcción de alternativas para una transición socioecológica. El enfoque del trabajo de la Fundación Heinrich Böll en el ámbito de la ecología es social y político, porque entendemos que la democracia participativa es una estrategía clave para resolver pacíficamente y de forma igualitaria problemáticas y conflictos mediante mecanismos de distribución de poder y control social que permitan establecer, desde los territorios, una definición del modo de vida que se desee alcanzar. Los territorios - como espacios de relaciones sociales, políticas y culturales- deben establecer procesos democráticos de definición de modos de vida, y actividades productivas.
Tema: Economía y Temas Sociales Publicado: 21 Abril 2014 El crecimiento económico es el motor de la estrategia de desarrollo de la región, ya que es concebido como un mecanismo de generación de recursos para la política social y una forma eficaz de creación de empleo y reducción de pobreza. Pese a los avances en calidad de vida y caída en la pobreza, la mala distribución del ingreso permanece inalterada. La concentración económica no solo genera impactos comerciales o productivos, sino que también impide la incorporación de nuevos actores, atracción de nuevas tecnologías o diversificación productiva. Al mismo tiempo, los monopolios se transforman en actores políticos que detentan altas cuotas de poder. En este proceso la región avanza a dos velocidades: rápido en la estrategia productiva y comercial orientada al mercado, pero lentamente en el desarrollo de una institucionalidad política y social que permita equilibrar relaciones de poder y corregir las deficiencias e impactos generados por las actuales estructuras productivas y caracteristicas de las economías. En este sentido, es clave para la región desarrollar nuevas estrategias económicas que permitan abordar los desafíos del futuro con políticas innovadoras, inclusivas, y sustentables. Para lograrlo, es necesario que todas y todos los actores sociales sean parte del debate sobre las opciones de desarrollo que se desean para los países de la región.